Durante la presentación de la renovación del vínculo entre el equipo de polo La Aguada y Kia Argentina, charlamos con el Gerente Comercial de la marca, un conocido de la industria que trabajó muchos años en las distintas etapas de Chrysler en la Argentina.

Kia atraviesa, como toda importadora, una situación delicada, pero el plan de expansión sigue intacto, más allá de una gama que será retocada en los próximos meses para adaptarla a los nuevos volúmenes de mercado, atendiendo versiones con mayor demanda.

Con respecto al desarrollo en Latinoamérica, que la marca inició con su planta de México (de donde vienen los Rio y Cerato), García Leyenda aseguró que los planes siguen siendo los mismos: “La planificación de Kia en la región no depende del contexto puntual que está atravesando el país. Hay cada vez más estudios de mercado en donde no tenemos presencia”.

Esta expansión también se centra en los modelos importados. Y allí la marca sigue teniendo especial interés en la gama de modelos ecológicos, pero sobre todo en los híbridos.

Sobre este nicho, García Leyenda comentó que “la realidad es que hoy entendemos que con este contexto de mercado y en este país, hay una infraestructura para absorber a un híbrido más que a un eléctrico. Pero seguimos trabajando con esas tecnologías para aplicarlas en el corto o mediano plazo”.

“Estamos haciendo análisis de viabilidad sobre los dos o tres productos que existen a nivel mundial (NdR: Niro, Optima y Soul) para poner, sobre finales de este año, una fecha cierta de lanzamiento comercial“, confirmó el directivo.

Pero claro, las terminales no radicadas (como se les dice ahora a las importadoras), no tienen el mismo beneficio que las que sí producen en el país.

Las terminales radicadas se ven beneficiadas con aranceles del 5 y del 2 por ciento para híbridos y eléctricos (en vez del 35 por ciento acostumbrado) importados de extrazona. Son los valores que paga Toyota con el Prius, Renault con el Kangoo y Mercedes con el GLCe.

Sin embargo, García Leyenda confirmó que “se está trabajando fuertemente para que las terminales no radicadas puedan aprovecharse del cupo que, en la actualidad, no se está utilizando al cien por ciento. Se está desparovechando una oportunidad para poner en el mercado argentino mejores opciones de producto”.

Es que de las 6.000 unidades que el cupo entrega por año, apenas las tres terminales mencionadas han solicitado su cuota, de volúmenes muy inferiores. Las no radicadas, viendo ese margen, quieren ser incluidas. Y las negociaciones, parece que van a llegar a buen puerto.