El tradicional rombo de Renault no nació con la marca. Recién un cuarto de siglo después de que los hermanos Louis, Marcel y Ferdinand fundaran la marca en Francia, se creó el nuevo logo con forma de diamante y el nombre de la marca dentro.

Con actualizaciones en 1946 y 1959, este último fue reemplazado en 1971 por otro rombo, que como características principales tenía un centro vació y sin la palabra Renault.

El estreno se dio en octubre de 1971, junto con los nuevos 15 y 17, unas coupes derivadas del 12 que no llegaron a venderse en Argentina. El nuevo logo también llegó al flamante 5, que fue mostrado por primera vez en diciembre de ese año.

El nuevo logo era moderno y vistoso, pero también muy parecido al de Kent, una compañía dedicada a la producción de artículos para el cuidado del automóvil.

Más que parecido, el logo era el mismo diamante de Kent, pero acostado, achatado arriba y abajo en vez de a los costados, lo que motivó una demanda judicial que obligó a la francesa a retirar su creación.

Renault tuvo que salir a las apuradas a buscar un nuevo logo y delegó la tarea en Víctor Vasarely, que en marzo de 1972 respetó la idea del centro vacío, pero le sumó las líneas que habían sido parte del logo por más de tres décadas.

Recién en 1992, Renault “limpió” su logo y volvió a un diseño más sólido, como el malogrado de 1971, pero manteniendo el formato creado por Vasarely. Las líneas volvieron en el último diseño del logo de Renault (ver más), que está acompañando la transformación eléctrica de la marca francesa.

Te estarás preguntando qué sucedió con los 5, 15 y 17 que salieron con ese logo. Renault los retiró del mercado (la mayoría no habían llegado a venderse), pero algunos pocos quedaron en manos de sus propietarios y fueron pasando a manos de coleccionistas.