La euforia eléctrica en la que se vieron envueltas muchas automotrices está aplacándose debido, en parte, a la ralentización de las ventas, producto de la eliminación de ayudas gubernamentales.

Uno de los casos más resonantes es el de Mercedes-Benz. La marca anunció hace unos años que solo vendería modelos eléctricos para 2030 en casi todos sus mercados y que en 2025 los electrificados representarían el 50% de sus ventas.

Ahora, un informe de Mercedes a sus accionistas corrió ese 50% a 2030, y únicamente en algunos mercados, dejando en claro que la marca seguirá produciendo modelos a combustión más allá de esa fecha.

En su reporte, Mercedes confirmó que, en 2023, sus ventas de eléctricos puros subieron un 61% y que, junto a los híbridos enchufables, alcanzaron poco más de 400.000 unidades.

Sin embargo, esto significó que ambas motorizaciones apenas representaron el 20% del total de ventas de la marca, una cifra similar a la que se espera para este 2024.