Si bien Carlo Abarth había estado trabajando con el Fiat 500 desde el mismo momento del lanzamiento del modelo en 1957, fue en septiembre de 1963 cuando el carrocero presentó el Fiat Abarth 595, que tomaba el nombre de su nuevo motor con cilindrada elevada a 594 cm3.

Se diferenciaba del Fiat 500 D por su llamativa parrilla perforada del tipo 850TC, el grabado en metal de “Fiat Abarth 595” en la parte trasera y el capot y la orgullosa inscripción de “Campeón del Mundo” en el lateral derecho, el cual hace referencia a muchos de los récords logrados por las creaciones de las Officine di Corso Marche.

El espíritu de las carreras se enfatizó a través del gran cárter de aceite de aluminio qué sobresale bajo el paragolpes trasero, el silenciador deportivo de doble salida tipo “Record Monza” y la tapa elevada que cubría al motor para mejorar la refrigeración.

La presentación en el Salón de Turín, un mes después, incluyó una prueba de manejo para los visitantes, lo cual devino en un pedido de más de 1.000 unidades para participar de carreras.

En 1964 se presentaron el 595 SS, el 695 y el 695 SS, estos últimos con una cilindrada de 689 cm3. En 1965 llegó el 695 SS Assetto Corsa y en 1969 el 695 SS Competizione.

Con el 500 de 2008, Abarth volvió a intervenir en el modelo bajo la denominación Abarth 500. En 2012 llegó el 595 (con potencias de hasta 165 CV, como el que se vendió en la Argentina, ver más) o el 695, con 180 CV.

La última creación de esta zaga es el Abarth 500e, una versión deportiva creada a partir del nuevo 500 eléctrico, con 154 CV (ver más).