Con Stellantis han regresado la política de clones entre marcas italianas y norteamericanas, que ya tuvo varios exponentes en la era de FCA, básicamente con copias entre Lancia y Chrysler.

Ahora, el Alfa Romeo Tonale será vendido del otro lado del Atlántico como Dodge Hornet, un nombre que hasta ahora la marca había utilizado en un prototipo.

El Hornet cambia poco y nada. Por supuesto, la parrilla y paragolpes son nuevos, pero también hay un renovado capot con entradas de aire. Las luces delanteras y traseras cambian su distribución interna, pero el formato es el mismo.

Adentro también hay pocas novedades, como las salidas de aire, el tablero y una reubicación de algunos comandos, sin variar el aspecto o el volante, que solo modifica el logo.  

En cuanto a los motores, el Hornet utilizará un 2.0 de 269 CV, caja automática de nueve y tracción integral como entrada de gama, mientras que el tope estará equipado con un 1.3 turbo que en el tren posterior lleva un eléctrico de 122 CV (le da tracción total), totalizando 290 CV, algo ya visto en los Jeep 4xe.

El Hornet será producido como el Tonale en la planta napolitana del grupo y, por ahora, no está previsto que se venda en Europa. Habrá que ver si en algún momento Stellantis lo tiene en cuenta para importarlo al país, aunque por ahora eso no ocurrirá.

Por su parte, la marca americana confirmó que tanto el Charger como el Challenger dejarán de producirse en 2023 y que al año siguiente un deportivo eléctrico reemplazará a ambos.