A mediados de 2013, Chevrolet comenzó a ofrecer en la Argentina su nuevo SUV compacto, la Tracker llegaba desde México (allí se denominó Trax) para hacer pie en un segmento que estaba mucho más despoblado que ahora.

En ese tiempo, el SUV se enfrentaba a la flamante nueva generación de la EcoSport y a la Renault Duster. Faltaba tiempo para conocer a los modelos de Honda, Peugeot y Volkswagen, entre otros.

El modelo llegó con una única configuración mecánica de 1.8 litros y 140 CV. Las versiones de tracción simple (ver prueba) se asociaban a la caja manual en tanto las de tracción integral (ver prueba) lo hacían a una automática.

A comienzos de 2017 llegó el único rediseño que tuvo el modelo. Había cambios en el exterior pero también puertas adentro, donde dejaba el tablero con velocímetro digital que subsiste en el Joy. También sumó mejoras en la seguridad, como el control de estabilidad en toda la gama.

Pese a que en otros mercados adoptó el 1.4 turbo del Cruze, la Tracker para la Argentina mantuvo el 1.8 y la disponibilidad de tracción integral, algo que no ofrecerá la nueva generación.

Chevrolet la saca de la venta un día antes de la presentación de la nueva Tracker (ver más), que llegará importada de Brasil para dar batalla en el segmento con más novedades del mercado argentino. Mañana a la mañana tendremos la cobertura en nuestra página.