Un artículo de la BBC News, firmado Por Justin Rowlatt, tiene como título: ¿Por qué (probablemente) ya has comprado tu último auto?

El autor se interioriza sobre algo de lo que se viene hablando mucho últimamente: el adiós al automóvil particular como principal medio de transporte, reemplazado por taxis autónomos.

Más allá de esta realidad que parece inevitable, la nota (aquí podés leer la original, en inglés) se basa en lo pronto que podría suceder esto.

Aquí repasamos algunos puntos que remarca el autor sobre la siguiente revolución del transporte personal.

-En 1900 encontrar un automóvil era casi una casualidad entre el mar de carruajes que dominaban las calles. Pero en 1913, era exactamente al revés gracias a la revolución que produjo el Ford T en 1908.

-Hoy redes como las de Uber cobran menos que los taxis gracias al uso masivo de las redes. Pero un Uber sin conductor podría reducir esos costos en un 50 por ciento.

-Esta tecnología no está del todo probada y, menos, regulada. Los entusiastas dicen que que en cuanto una ciudad pueda demostrar que la tecnología es segura y útil, el resto del mundo se apresurará a ponerse al día rápidamente.

-También está la pata eléctrica. Estos motores son más confiables (tienen alrededor de 20 partes móviles en comparación con las 2.000 de un motor de combustión interna), con lo cual tendrán vidas útiles superiores a los 750.000 km.

-Esto, junto con el menor valor de la electricidad en comparación con el combustible fósil provocará otra drástica reducción en los costos.

-Y para colmo el costo de los vehículos eléctricos, bastante caros hoy en día, seguirá disminuyendo.

-Así, un taxi autónomo podría ofrecer en un futuro cercano un viaje al 10 por ciento de lo que cobra un taxi tradicional.

-Con ese valor, sumado a que ya no hará falta estar al volante para trasladarse (y utilizar ese tiempo en trabajo u ocio), ¿quién valorará tener un automóvil de su propiedad?

-A todo esto hay que analizar lo exponencial del asunto: cuantos más vehículos haya en la red, mejor será el servicio ofrecido; cuantos más km recorran los automóviles, más eficientes y seguros serán; y cuantos más vehículos eléctricos se fabriquen, más barato será cada uno.

-Pese a algún accidente reciente, los autos autónomos serán muchísimo más seguros que nuestra propia conducción, reduciendo costos en seguros, algo que en paralelo será mucho más caro para los que todavía se sienten tras el volante.

-Así, el siguiente paso lógico será que se prohíba a los seres humanos conducir automóviles, ya que representará un riesgo para otros usuarios de la carretera.

-Habrá desventajas: millones de trabajadores de la industria automotriz y taxistas buscarán nuevos empleos, pero esos cientos de miles de millones de dólares que ahorrarán los consumidores se podrán gastar en otros lugares de la economía.

¿Será todo esto parte de un futuro distópico para quienes amamos el automóvil, o como dice el autor, habrás comprado hace poco tu último automóvil?