Audi lanzó en Argentina la tercera generación del Q5, el SUV lanzado hace 15 años en Europa. Importado desde la planta mexicana de San José Chiapa, se basa en la plataforma PPC, la misma del nuevo A5.

El modelo llega con las dos siluetas habituales: SUV y coupé, con una caída del techo más agresiva. El interior es similar a lo visto en el A5, con la doble pantalla curva para tablero y multimedia (con opción de una tercera pantalla frente al acompañante).

La gama ofrece cinco versiones y tres motorizaciones, todas nafteras convencionales: 2.0 de 200 y 272 CV y 3.0 V6 de 367 CV. Vienen con una caja automática de siete marchas y tracción integral Quattro.

La Q5 Advance (con ambas carrocerías) ofrece seis airbags, frenado autónomo, control crucero adaptativo, mantenimiento de carril, techo panorámico, cargador inalámbrico, tablero digital de 12″, pantalla táctil de 15″ con cámara, tapizado de cuero, butaca eléctrica, acceso y arranque sin llave y llantas de aleación de 19″.

Q5 Advance Plus (solo SUV) agrega llantas de 20″, head up display, cámara 360° y la Q5 S line (solo Sportback) suma tren de rodaje deportivo. La SQ5 (solo Sportback) incorpora suspensión neumática, faros matrix oled y llantas de 21″.

Los precios son de 86.686 dólares para la Q5 Advanced, de 89.028 para la Q5 Sportback Advanced, de 102.000 para la Q5 Advanced Plus, de 107.232 para la Q5 Sportback S line y de 134.000 para la SQ5 Sportback. Viene en color azul, blanco, gris, rojo y verde, mientras que la SQ5 agrega otro azul y dorado.