La automotriz china BYD se convirtió, en pocos años, en un auténtico gigante. El año pasado vendió más de 4 millones de autos y casi 2 millones fueron eléctricos, colocando a la marca en el primer puesto de ventas de este tipo de automóviles.

Su expansión internacional llegó incluso hasta nuestro continente: en 2023 desembarcó en Brasil con particular éxito y anunció una inversión para quedarse con la ex planta de Ford.

Sin embargo, su llegada a la Argentina sigue postergada. Sabemos que varios importadores han querido representar la marca, pero está claro que el deseo de BYD es desembarcar sin intermediarios.

Esta semana, el vicepresidente de BYD se reunió con Augusto Costa, Ministro de Producción de la Provincia de Buenos Aires (foto de abajo). El dirigente posteó que en el encuentro se analizaron “posibilidades de inversión en el territorio bonaerense” y se le puso “a disposición los beneficios del Régimen Provincial de Inversiones Estratégicas” (el RIGI de Kicillof).

Más allá de que estas son charlas preliminares, queda claro que BYD está interesado en sumar un polo productivo en Argentina. Hace pocos días, la comitiva visitó Jujuy y mostró interés en realizar inversiones de cara a la extracción de litio.

Con la reunión en territorio bonaerense, los rumores sobre la instalación de BYD siguen creciendo, más cuando el futuro de la planta de Mercedes en Virrey del Pino es una incógnita, ya que la Sprinter tiene fecha de vencimiento y Daimler Truck ya confirmó que se se mudará a Zárate (ver más).

También hay otros rumores dando vueltas: un supuesto interés de BYD en la planta que GM posee en Alvear (y que trabaja muy por debajo de su capacidad) e incluso de una colaboración con el Grupo Corven para instalarse en el polo productivo de Venado Tuerto.

Hasta tanto eso ocurra, la marca deberá llegar primero como importadora, algo que sigue sin tener una fecha concreta, pero que podría acelerarse gracias a los beneficios impositivos que lograron los eléctricos de bajo costo (ver más).