Tras la primera imagen del modelo difundida por Honda, la marca completó la información antes del estreno comercial pensado para la segunda mitad del año en el mercado norteamericano.

La única carrocería revelada es la sedán, que si bien mantiene su formato fastback, con una luneta muy tendida casi al estilo de un cinco puertas, tiene un diseño más elegante, sin tantas aristas como el del actual modelo.

Aunque no se ve, el chasis ha sido revisado por completo. Ahora cuenta con mayor rigidez y la distancia entre ejes creció cuatro centímetros. La suspensión también fue adaptada para mejorar la estabilidad.

La novedad es la revelación del interior, que también apuesta por trazos más limpios. El tablero es una pantalla, pero muy simple, la multimedia se ubica en otra del tipo flotante y las salidas de aire atraviesan toda la plancha con una estructura símil metal.

La mecánica para el mercado de Estados Unidos será a través de un 2.0 de 160 CV y un 1.5 turbo de 182 CV, ambos evoluciones de los que llevó el Civic en nuestro mercado. Seguramente en Europa se suba a alguna motorización híbrida.

Ahora resta saber si el modelo llegará a nuestra región. Las últimas informaciones hablan de los poco probable que es que el modelo se siga haciendo en Brasil (ver más), con lo cual la chance es que llegue importado, algo que recién podríamos tener en 2022.