El cierre provisorio de las fronteras de San Luis a causa del aumento de casos de Covid sumó preocupación en la industria automotriz argentina, según detalla una nota de David Cayón en Infobae.

Es debido a que dos autopartistas de esa provincia (Polimetal y Crafmsa) proveen a casi todas las terminales radicadas en otras jurisdicciones (Chevrolet en Santa Fe; Fiat, Nissan, Renault y Volkswagen (cajas) en Córdoba; Ford, Mercedes, PSA, Toyota y Volkswagen en Buenos Aires).

El sistema Just in Time que utilizan las automotrices se rige, grandes rasgos, por la tenencia mínima de stock y el ensamblaje de las distintas partes del automóvil casi al mismo tiempo en el que arriban a la planta, con lo cual el retraso de una pieza (las hay más importantes que otras) pone en riesgo toda la cadena productiva.

Si bien ya hubo pedidos de autopartistas, terminales y hasta presentaciones judiciales de las propias empresas involucradas, el gobierno de San Luis aun no se ha mostrado muy receptivo a abrir la frontera.

Esta medida no solo afecta a la industria automotriz o a empresas radicadas en San Luis, sino también a un sinnúmero de actividades de otras provincias, como la mendocina, que necesitan utilizar las rutas puntanas para continuar su recorrido.