Como un posible Fiat 500 terminó siendo el Daewoo Matiz

Como un posible Fiat 500 terminó siendo el Daewoo Matiz

Una creación de Giorgetto Giugiaro, rechazada por Fiat, terminó siendo el reemplazante del Daewoo Tico. Acá también lo vendió Chevrolet.

En 1991, Fiat puso a la venta el Cinquecento, un modelo que reemplazaba al 126 y evocaba, con su nombre en letras, al mítico 500 de 1957. Al año siguiente, la marca italiana convocó, junto a la asociación italiana de fabricantes, a varios diseñadores para realizar modificaciones sobre el flamante modelo.


Los mejores carroceros italianos “intervinieron” en el Fiat 500. A la derecha, la creación de Giugiaro.

Se juntaron los carroceros más reconocidos de Italia y hubo creaciones para todos los gustos: un taxi de Boneschi, un deportivo de Coggiola, un cabrio de Stola, una pick up diseñada por Pininfarina, un rarísimo porta bicicleta de Zagato, un monovolumen de IDEA y hasta un extraño buggy realizado por Bertone.

Giorgetto Giugiaro, a través de Ital Desing, sorprendió con una carrocería muy aplicable a la producción, a la que denominó ID Cinquecento. Se distinguía por un aspecto casi monovolumen gracias a un parabrisas adelantado y un capot corto y ascendente. El portón hacía juego con el techo de lona (un guiño al 500 original).

Un año después, la cosa pareció tomar impulso. El diseño de GG “sobrevivió” a la muestra de Turín y también apareció en el Salón de Ginebra de 1993. Esta vez fue llamado Fiat Lucciola (Luciérnaga).

Para este renovado prototipo, Giugiaro (ver sus diseños más famosos) modificó la trompa con faros redondos en una nueva alusión al 500 de posguerra. Mantenía el techo y luneta de lona y un interior apto para salidas campestres, con materiales reciclables y asientos modulables que podían enfrentarse.

El Luciola era un adelantado también desde lo motriz, ya que era híbrido: equipaba un motor Diesel de dos cilindros y motores eléctricos en cada una de las ruedas traseras.

Pese a que Fiat desestimó el desarrollo de Giugiaro  (en 1998, el sucesor del Cinquecento llegó con la denominación Seicento) Giugiaro igual consiguió una marca que llevara a la producción su creación: para mediados de la década, la coreana Daewoo puso los ojos en el concept para reemplazar al Tico.

Un nuevo prototipo, ya con la marca Daewoo, apareció en 1997 con el nombre d’Arts, en versiones City, Sport y Style (en la foto). El principal cambio, además de un portón e interior convencionales, fue la incorporación de puertas traseras.

Al año siguiente llegó el modelo de producción, bautizado Matiz, que incluso llegó a la Argentina y también fue vendido por Chevrolet (luego lo renombró Spark), una vez que el gigante americano se quedó con la coreana tras la quiebra de esta.

Se dice que esta no fue la primera vez que Giugiaro logró colocar un desarrollo rechazado. Muchos afirman que el Seat Ibiza original de 1984 partió de un prototipo que Volkswagen desechó para la segunda generación del Golf (la primera fue creada por GG).

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1 Comment

  • Santiago
    12 junio, 2020, 9:35 am

    Lo mismo hicieron Bertone y Gandini con el Volvo Tundra. A Volvo le pareció demasiado y lo usaron como base para el Citroen BX!

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