AMC Eagle: el primer crossover

En los 80, AMC le adosó a sus berlinas el sistema de tracción de Jeep, sin saber que estaba creando la primera familia de crossover de la historia.

Esta nota nació gracias a un comentario. Con la aparición del Logan Stepway, aprovechamos para nombrar a otros sedanes con aire aventurero, como el Volvo V60 o el Subaru Outback (ver nota), pero un lector nos alertó que no olvidáramos al AMC Eagle.

La historia de este modelo es bien particular: AMC (American Motor Corporation), la empresa que por ejemplo era dueña del Rambler 440 que inspiró al Torino, compró Jeep en 1970, mientras continuaba con su habitual gama de berlinas.

Para finales de esa década, Renault había adquirido la mayoría de sus acciones, aunque esto nada tiene que ver con el hecho de que para ese momento el Torino ponía el rombo en su trompa en la Argentina, ni tampoco con la historia del Eagle.

La cuestión es que AMC, viendo un hueco que se producía en el mercado americano entre las berlinas y los grandes SUV, le puso a su modelo Concord el sistema 4×4 de los Jeep, creando una gama de modelos de “pasajeros” con tracción integral, algo nunca antes visto.

La gama, que debutó en 1979, se llamó Eagle y contaba en sus filas con un sedán de cuatro puertas, una coupé y una rural (la más exitosa de la gama). Tenían llantas de 15″ y estaban ocho centímetros más lejos del suelo que el Concord.

En 1981 llegaron una liftback y un hatchback, estos últimos derivados del Spirit, que se llamaban respectivamente SX/4 y Kammback (sucesor de los Pacer y Gremlim) y el Sundancer, un descapotable basado en la coupé.

El Eagle basó su éxito en ofrecer lo que ningún modelo de entonces lograba: unir la comodidad de un auto con la posibilidad de usarlo fuera de la carretera. Sin embargo, la gama fue muy ambiciosa, ya que para 1984, apenas sobrevivían el sedán de cuatro puertas y la rural.

Además, hacia finales de la década, Renault comenzó a poblar la gama de AMC de productos propios como el Medallion (versión americana del R21) y el Premier (un extraño sedán basado en el R25), años después de introducir su propia marca a través de los Alliance y Encore (R9 y R11).

Pese a esto, las ventas de la marca americana no fueron lo suficientemente tentadoras como para que Renault (que arrastraba sus propios problemas financieros) se consolidara en Estados Unidos.

En 1987, Chrysler se hizo cargo de la compañía y del Eagle apenas sobrevivió la rural unos pocos meses, al tiempo que los Medallion y Premier (junto a muchas versiones “americanas” de Mitsubishi) pasaron a conformar la nueva gama de Eagle, ahora renombrada como marca.

Con casi 200.000 unidades producidas, el Eagle se adelantó a su tiempo, pero sentó las bases para que en 1984 AMC lanzara el Cherokee y luego, ya de la mano de Chrysler, Jeep se aventurara en lo que tiempo después fue un furor: los SUV que podían circular con gran confort en las ciudades y autopistas.

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