Corsa fue no solo la revista más reconocida de la Argentina en lo que refiere a la cobertura del automovilismo, sino también pionera de las pruebas de automóviles tal como las conocemos hoy.

En junio de 1975, esas dos pasiones se unieron en lo que, a nuestro entender, es la comparativa definitiva de la industria automotriz nacional: en el Autódromo de Buenos Aires juntaron a la Chevrolet Chevy Serie 2, Dodge RT, Dodge GTX, Ford Falcon Sprint y Torino TS.

Las imágenes y textos son originarios de esa publicación, pero las tomamos del sitio Test del Ayer (ver página), que recopila como nadie muchísimas publicaciones de Corsa, Parabrisas y Road Test/Auto Test, entre otras.

La cuestión es que en esa fecha, Corsa reunió no solo a las unidades mencionadas, sino también a cinco reconocidos pilotos para que llevaran a cabo las pruebas: Eduardo Copello, Juan María Traverso, Carlos Pairetti, Carlos Marincovich y José Pontoriero. Cada piloto fue sorteado para manejar cada una de las unidades, aunque en una de las cuatro pruebas se cambió de conductor para darle más transparencia al asunto.

El objetivo final de semejante comparativa era reflotar la categoría Turismo Nacional de la mano de las cuatro automotrices involucradas (GM, Chrysler, Ford e IKA Renault). Las unidades eran estándar, sin ningún tipo de preparación, con diferencias de kilometraje y mantenimiento.

Las mecánicas de cada uno eran: Chevy 4.1 de 170 HP y 1.495 kilos de peso; RT 3.7 de 174 HP y 1.350 kg; GT 5.2 de 230 HP y 1.590 kg; Falcon 3.6 de 166 HP y 1.269 kg y Torino 3.8 de 215 HP y 1.479 kg.

Una de las pruebas fue la aceleración de 400 metros. El Falcon ganó con 17,90 segundos, seguido del Torino con 18,35, de la RT con 19,15, de la GTX con 19,20 y de la Chevy con 19,25. Pese a las diferencias de potencia, el peso de cada uno terminó siendo clave para llegar a estas cifras.

Luego llegó la prueba con tres vueltas al circuito 7 del autódromo: el promedio dio ganador al Torino, con 1:15:5 de promedio, seguido del Falcon con 1:16:4, la GTX con 1:18:3, la Chevy con 1:20:3 y la RT con 1:21:0, mostrando la paridad de los cinco modelos.

Luego se hicieron tres vueltas al circuito 9: el Torino repitió el liderazgo con 1:54:5, seguido del Falcon con 1:56:1, la GTX con 1:59.1 y la Chevy con 2:04:4. Un problema mecánico con la RT impidió que circulara en esta prueba.

Y por último se repitió el trazado al 9, pero con cambio de piloto: ahora ganó el Falcon con 1:58:6, seguido del Torino, con 1:59:0, la Chevy con 1:59:3 y la GTX con 2:01:0. Curiosamente, fue Eduardo Copello el que hizo las dos pasadas más rápidas (primero con Torino y luego con Falcon).

La publicación rescata una prueba más (realizada en los test correspondientes de Corsa), con las distancias de frenado de 140 km/h a 0: la RT hizo 103,0 metros, el Torino 109,8, la Chevy 110,1, la GTX 115,6 y el Falcon 116,7.

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