Prueba: Honda GLH-150

Prueba: Honda GLH-150

Tras un breve contacto que tuvimos en la planta de Campana, salimos a probar el nuevo producto de Honda producido en el país.

Informe: Alejando Cisilino
Fotos: Miguel Oteiza

Tras el breve contacto en fábrica, nos subimos diez días al nuevo producto que Honda produce en su planta de Campana (gracias a una inversión de 5 millones de dólares) y que se mete de lleno en el segmento de baja cilindrada con el foco puesto en ser una herramienta de trabajo.

Una vez sentados, la Gaucha se destaca por la comodidad del sillín y el manillar y la versatilidad que ofrece en ciudad al momento de circular con mucho trafico. El arranque es perfecto, no importa la temperatura y ese es uno de los muchos beneficios que otorga el uso de la inyección electrónica, un diferencial sobre sus competidores.

Con un top speed de 110 km/h, su fuerte está en las distancias cortas y la utilización en la urbe. La GLH es capaz de llevarte a cualquier destino sin problemas, con limtaciones únicamente en el uso en autopistas debido a una reacción el alta no tan enérgica.

La calidad de los materiales rememoran al clásico CG Titan, una moto muy similar de la propia Honda. Tampoco transmite vibraciones (y no parece que las partes vayan a tomar juego a futuro) y tanto el embrague como la caja de quinta son muy suaves, lo cual es una ventaja a la hora de afrontar largas jornadas de trabajo.

El instrumental tiene buena iluminación y la información justa, mientras que el gran acierto del diseño es la reja que permite llevar las clásicas mochilas de los delivery (o lo que quieras poner allí) con total seguridad. También podría sumar un cargador para tener el celu siempre a tope y no perder entregas.

Le podríamos criticar la falta de discos traseros, pero la capacidad de frenado es muy eficiente: lleva disco delantero de 240 mm y campana trasera de 130 mm sin freno combinado. Por su parte, la amortiguación tiene el recorrido justo dando también suavidad ante las continuas imperfecciones de nuestras calles.

El motor es un monocilíndrico de 149,2 cc, distribución OHC, refrigeración por aire y la mecionada inyección electrónica PGM-Fi. La potencia es de 12,2 HP a 8.000 rpm con un torque de 12,6 Nm a 6.000 vueltas.

La gran ventaja de este sistema es el reducido consumo de combustible, que con 10,2 litros de capacidad en el tanque permite llegar hasta 400 km dependiendo del estilo de manejo, pero que en general está en unos 40 km por litro.

Esta GLH 150o cuesta 249.990 pesos y está disponible en azul, rojo o negro con una garantía de 3 años sin límite de km. Ideal para ponerla a trabajar o incluso para subirte por primera vez a una moto.

Lo bueno
Motor a inyección
Relación precio/producto
Calidad de materiales

Lo malo
Falta disco trasero
Poca potencia arriba
Sin cargador de 12v.

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