Renault lanzó en la Argentina el rediseño de la tercera generación de su furgón mediano. Se trata de la segunda que se vende en el país, estrenada en 2013, y que llega importada de Brasil.

El utilitario adopta el rediseño frontal ya visto en Europa, con un capot mucho más recto y ópticas que dejan el formato vertical. La parrilla también cambia, pero sigue siendo imponente.

El interior, del cual Renault sigue sin difundir fotos oficiales a la prensa (tampoco lo hizo en el lanzamiento en Brasil), mantiene el esquema de la Master que se vende desde 2013, pero renueva el tablero, suma una pantalla táctil (con cámara) y volante multifunción.

El motor es el conocido 2.3 dCi turbodiesel, con 130 CV. La caja sigue siendo la habitual manual de seis marchas. La principal ganancia se da en el equipamiento de seguridad, donde la Master venía rezagada frente a la competencia. Suma control de estabilidad y tracción y asistentes antivuelco, para carga adaptativa, ante vientos cruzados, arranque en pendiente y de tracción de remolque.

Con ventas muy reducidas desde que se activaron las restricciones a la venta de importados, la gama del Master quedó compuesta de una única versión, la furgón L1H1 (antes también venían las L2H2, L3H2 y Minibús) a un precio de 11.341.300 pesos.

Como rivales, la Master tiene a las Citroën Jumper y Peugeot Boxer (importadas de Italia), Fiat Ducato (México), Ford Transit (Uruguay), Iveco Daily (Brasil), Mercedes Sprinter (Argentina) y Toyota Hiace (Japón).