Stellantis lanzó en Argentina el 600, un SUV que poco tiene que ver con el modelo original (se produjo en Argentina entre 1960 y 1982), pero que recupera una denominación icónica, con un planteo similar al que tuvieron los 500, Mini, Beetle, R5 y varios más.

El modelo llega importado de Polonia e ingresa sin pagar arancel gracias al cupo de electrificados que promovió el gobierno. A Stellantis le otorgaron 2.000 unidades.

La motorización de la única versión es una híbrida, la misma que llevan los DS 3 y 4 (ver lanzamiento). Une un 1.2 naftero de tres cilindros con 136 CV con un eléctrico de 28 CV. Unidos, entregan 145 CV y 230 Nm. La caja es una automática de doble embrague y seis marchas, con levas al volante.

El 600 mide 4,18 metros de largo, 1,78 de ancho, 1,53 de alto y 2,56 entre ejes. El baúl es de 385 litros.

El equipamiento incluye seis airbags, frenado autónomo, mantenimiento de carril, llantas de aleación de 17″, climatizador automático, control crucero, acceso y arranque sin llave, sensor de lluvia, encendido automático de luces, pantalla táctil de 10″ con cámara, tablero digital de 7″, y cargador inalámbrico.

El precio es de 34.500 dólares. La garantía es de tres años o 100.000 km y viene en color blanco, crema, naranja y dos tipos de azul.

Por ser híbrido, su gran rival es el Chery Tiggo 4 (ver lanzamiento), que ofrece 120 CV y 260 Nm por 33.500 dólares.