Contacto: Ford Bronco Sport Big Bend

La menor de las Bronco se renovó sin tocar la mecánica (4×4 incluido), pero sumando elementos de seguridad y una mejor vida a bordo.

Por Martín Simacourbe
Fotos: J.L. y M.O.

Como muchos otros modelos que no se hacen en la región, la Bronco Sport no la pasó del todo bien en el mercado nacional desde su lanzamiento, a comienzos de 2021.

Pero su reducido éxito no se le puede achacar únicamente a su origen mexicano. También pesa y mucho la competencia que le propone la propia marca del óvalo, con el Territory por debajo y la Maverick a un precio similar, con lo tentadoras que siempre son las pick ups en nuestro mercado. 

Hace poquito, la Bronco Sport recibió una actualización en sus dos únicas versiones y ya nos subimos a la más accesible, que pese a esto viene con muy buen equipamiento y tracción integral. 

Esta, justamente, es una de las particularidades de la Bronco Sport. Teniendo en cuenta que Ford ya tiene un SUV mediano de entrada, como lo es el Territory, y uno híbrido, como la Kuga (aunque no está entrando en estos meses), la tarea de menor de las Bronco es seducir a los compradores más trialeros del segmento, algo que ahora también está haciendo la Maverick desde su actualización (ver más).

Los cambios fueron menores en cuanto a la estética, con retoques en parrilla, paragolpes y llantas, sin modificar el diseño general, con ese halo retro en su figura, el nombre Bronco en la trompa y un solitario logo de Ford en el portón. 

Adentro sí hubo una bienvenida actualización, con un tablero enteramente digital (muy colorido y con muchas vistas e información, como nos gusta) y una pantalla que creció significativamente de tamaño, con el habitual buen desempeño del sistema Sync.

También hubo mejoras de equipamiento (que ya era bueno con nueve airbags y frenado autónomo), como la butaca eléctrica, para elevar aún más lo bueno de la postura de manejo, y la llegada de control crucero adaptativo y centrado de carril (siempre de execelente funcionamiento), para ubicar a esta versión de entrada al nivel de una tope de gama, solo que con motor chico.

Chico para la gama Bronco, porque con sus ahora 184 CV (antes 175, sin modificar el torque de 258 Nm), el tricilíndrico de esta Big Bend queda muy bien parado ante la competencia regional (Compass ofrece 175 CV, Corolla Cross 170 CV y Taos 150 CV).

La Bronco hace la diferencia con la tracción integral, un elemento que solo vas a encontrar en SUV medianos asiáticos (CR-V, Tucson, Sportage y X-Trail) y en las flamantes Compass Blackhawk (ver lanzamiento) y Jetour T1 (ver más) que son rivales directas, por potencia, de la Bronco Sport Badlands de 253 CV (ver prueba de la Wildtrack).

Aun con la doble como equipo de serie, ninguno de esos SUV asiáticos tiene el espíritu aventurero de esta Bronco Sport. No es que te vas a poder mandar por cualquier lado, porque los neumáticos ponen un límite, pero con los cinco modos de manejo y el buen despeje, esta Big Bend te garantiza poder divertir en varios terrenos complicados.

En el asfalto, la Bronco Sport se muestra muy confortable, con neumáticos de muy buen perfil y un comportamiento rutero que cada día me gusta más. No tiene el refinamiento de algunas opciones europeas, pero sin llegar al límite dobla con mucha precisión y aplomo, aunque la frenada es mejorable (arriba de 43 metros para detenerse de 100 km/h a 0).

Lo malo del conjunto mecánico es que no es posible un manejo secuencial de la caja debido al comando circular de la selectora y la ausencia de levas al volante.

Volvamos al motor, pero para hablar de las prestaciones, que no variaron con respecto a nuestra prueba de 2021 (ver más): 10 segundos para acelerar y poco más de 7 para recuperar, que son buenas cifras.

Los consumos, a causa de llevar la doble en forma permanente (y el alto peso que eso conlleva), no son austeros, con poco más de 6 l/100 km en ruta, más de 9 en autopistas y casi 11 en ciudad.

La actualización no trajo cambios en la calidad (hay elementos mejorables), la visibilidad (se complica por la luneta y los espejos pequeños) o las plazas traseras, con buen espacio más para cuatro que para cinco.

También se mantiene el excelente baúl, con luneta independiente, chiches como el destapador y las luces direccionales, la alfombra de goma y una tapa rígida que puede servir como mesa de picnic. Por debajo está el auxilio temporal (una pulgada más chico).

El precio de agosto de la Big Bend es de 55.076.200 pesos, 6 millones por debajo de la Badlands. Es un valor cercano al de las Compass y Taos, que son 4×2, mientras que las asiáticas mencionadas están claramente más caras, más con esta disparada del dólar. 

Así que si valorás tener una 4×4 y no necesitás 250 burros, esta Bronco Sport es una compra más que  inteligente, al menos hasta que alguna opción china venga a discutirle ese privilegio.

A favor
Mejoras de equipamiento
4×4 de serie
Agrado de uso

En contra
Sin manejo secuencial
Gama reducida
Auxilio temporal

FICHA TECNICA
Cilindrada: 1.496 cm3
Potencia: 184 CV a 6.000 rpm
Torque: 258 kgm a 3.000 rpm
Caja: Automática de ocho marchas
Tracción: Integral
Frenos: Disco ventilado/Disco
Suspensiones: McPherson/Multilink
Dirección: Eléctrica
Neumáticos: 225/60 x 18″
Largo/Ancho/Alto: 4,386/1,888/1,785 mm
Peso: 1.573 kilos
Baúl: 638 litros
Tanque: 60 litros

EQUIPAMIENTO
Acceso y arranque sin llave
Butaca con regulación eléctrica
Cargador inalámbrico
Climatizador automático
Control crucero adaptativo
Llantas de aleación
Pantalla táctil con cámara 360°
Volante de doble regulación
Airbags frontales, laterales (del/tras), de cortina y de rodilla
Alerta de punto ciego
Faros antiniebla delanteros
Frenado autónomo de emergencia
Luces altas automáticas
Mantenimiento y centrado de carril

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