La S10 se renovó en estética, interior y mecánica. Mejoras para apuntalar un esperado “regreso” al mercado argentino.
Por Martín Simacourbe
Fotos: Prensa GM y M.O.
A fines de año pasado, Chevrolet lanzó en Argentina una actualización de la S10 con mejoras de todo tipo, aunque manteniendo la plataforma y estructura general que arrastra desde 2012.
13 años son mucho en la industria, pero en el segmento de las pick ups, se sienten a medias. Si bien Ranger tuvo una profunda actualización en 2023, mantuvo varios elementos de la generación estrenada en 2011; el año pasado Amarok apenas renovó la propuesta que data de 2010 y Hilux mantiene casi inalterada su pick up de 2015.
Pese a mantener las puertas y caja, el rediseño de la S10 se nota claramente en la trompa, con una mirada totalmente renovada, con nuevas parrilla cromada, renovadas luces (ahora led) y un capot más elevado y plano.
Pero donde más se sentía el paso del tiempo era en el interior. Allí los cambios llegaron a casi todo el conjunto: volante (más chico y con regulación en profundidad), tablero (enteramente digital), multimedia (más moderna), terminaciones (algo más de calidad), butacas (mejores, aunque siguen estando muy alta), selectora (sigue sin levas al volante), salidas de aire y hasta la ubicación de algunos comandos como el de la 4×4 (ahora del lazo izquierdo del conductor).
Cuando la utilizamos en las acciones de verano, no descubrimos que el tablero tiene más de una vista (son tres y se activan desde el volante). Igualmente, ninguna es demasiado atractiva en un display que desaprovecha espacio y entrega poca información.
Sin cambios de plataforma, no hubo modificaciones en la habitabilidad: la S10 sigue siendo espaciosa y los cojines traseros se pueden colgar por tercios para llevar objetos dentro de la cabina.
El equipamiento muestra algunas mejoras, como arranque por botón o cargador inalámbrico, pero sin sumar más elementos de seguridad, como el control crucero adaptativo o el mantenimiento de carril (tiene alerta), que ya ofrecen varias rivales. Mantiene el frenado autónomo y el detector de punto ciego y de tráfico cruzado.
En la mecánica, la S10 mantuvo el clásico Duramax de 2.8 litros, que ahora ofrece 207 CV y 510 Nm, pero renovó la caja, ahora con ocho marchas (antes seis). La diferencia es de apenas 7 CV y 10 Nm, pero los números mejoraron con respecto a nuestra anterior prueba, en buena parte gracias al nuevo escalonamiento de las marchas.
Bajó casi un segundo la aceleración (ahora 9,3) y casi medio segundo las recuperaciones (8,0). Donde no hubo variaciones, fue en los consumos: poco más de 7l/100 km en ruta, algo más de 10 en autopistas y casi 11 en ciudad. Aunque potente, esta S10 no llega a los muy buenos valores que tienen las V6, pero dentro de las de cuatro cilindros, es una de las mejores opciones en términos mecánicos.
El otro dato de las pruebas lo arrojó una mejorada distancia de frenado en la prueba de 100 km/h a 0: bajó a 41,6 metros, de los mejores registros en su segmento.
A esas actualizaciones se suman otras dos que tienen que ver con el placer de conducción: una es la insonorización (mejoró gracias a menos vibraciones de motor y nuevos los paneles acústicos) y la renovada dirección, ahora eléctrica y mucho más comunicativa. Así, el siempre elevado confort de marcha de la S10 se ve magnificado, algo en lo que también aporta una buena dosis un pasaje de marchas que dejó atrás la brusquedad de la anterior transmisión.
La S10 también se muestra más estable producto de modificar las trochas y endurecer las suspensiones. Aun así, está un punto atrás de la excelencia que brinda la Amarok a la hora de encarar curvas veloces, algo en lo que la última Ranger también mejoró muchísimo.
Fuera de lo que es el producto en sí, en este 2025, Chevrolet se encargó de animar la gama con nuevas opciones (base con caja automática y la nueva Z71), algo que apuntaló una oferta que viene creciendo desde que se levantaron las restricciones (todas sus grandes rivales son argentinas). Sin embargo, la oferta sigue siendo mucho más reducida que la de sus rivales.
Pero este año también trajo novedades que afectaron la estrategia de GM: Nissan decidió dejar de producir las Frontier y Alaskan (la primera seguirá llegando en 2026, pero desde México) y Stellantis lanzó la Titano (y antes de fin de año agregará la Dakota). Y tanto la Nissan con la Fiat son rivales directas en ese disputadísimo cuarto puesto (bien lejos de las tres más vendidas), que por ahora viene favoreciendo a General Motors.
Como hemos dicho muchísimas veces, la S10 tiene grandes argumentos para pelear el segmento de las pick ups. Ser producida en Brasil le jugó en contra en la época de las restricciones y así perdió clientela ante productos que, si bien mantienen cierta antigüedad como decíamos antes, se renuevan permanentemente.
Con estas mejoras, el producto de GM se planta mucho mejor. Pero la verdadera pelea para volver a los primeros planos se da día a día en la estrategia comercial. Y también en la paciencia para recuperar el terreno perdido.
A favor
Mejora del interior
Dirección eléctrica
Nueva caja de ocho marchas
Prestaciones
Confort de marcha
En contra
Faltantes de equipamiento
Tablero mejorable
Consumo elevado
Sin levas al volante
Gama reducida




FICHA TECNICA
Cilindrada: 2.776 cm3
Potencia: 207 CV a 5200 rpm
Torque: 510 Nm a 3000 rpm
Caja: Automática de ocho marchas
Tracción: Integral con alta y baja
Frenos: Disco ventilado/Tambor
Suspensiones: McPherson/Independiente
Dirección: Eléctrica
Neumáticos: 265/60 x 18″
Largo/Ancho/Alto: 5,381/1,872/1,804 mm
Peso: sin datos
Volumen de carga: 1.329 litros
Tanque: 76 litros
PRESTACIONES
Aceleraciones
0-100 km/h: 9,3 s.
0-1000 metros: 31,3 s.
Recuperaciones
80-120 km/h en D: 8,0 s.
Frenada
100-0 km/h: 41,6 mts.
Consumos
100 km/h: 7,2 litros/100 km.
130 km/h: 10,2 litros/100 km.
Urbano: 11,7 litros/100 km.
Leave a Comment
Your email address will not be published. Required fields are marked with *