Nacida en los años veinte del siglo pasado, la italiana Innocenti creció produciendo motocicletas, aunque su entrada en el mundo de los automóviles se dio gracias a la producción local de modelos de la británica BMC, incluido el famoso Mini, que seis años después de aparecido en el Reino Unido llegaba a Italia con un nuevo logo.

Pero a fines de los sesenta, Innocenti fue más allá y pensó en un modelo propio, el cual fue encomendado a Bertone. La idea fue descartada por problemas económicos, pero renació cuando la British Leyland (sucesora de BMC) compró Innocenti, en 1972.

Diseñado dentro de Bertone por Marcello Gandini (creador del Citroën BX, el De Tomaso Pantera, los Lamborghini Countach y Miura y el Lancia Stratos, entre otros), el Innocenti Mini llegó al mercado en 1974 para competir básicamente con el Autobianchi A112 de Fiat, que le había robado muchas ventas al Mini original en Italia.

El producto de Innocenti medía 3,12 de largo (7 cm más que el Mini británico) 1,50 de ancho (9 cm más) 1,37 de alto (2 cm más) y 2,04 entre ejes (mantenía esta medida).

El nuevo Mini tomaba todo lo bueno del original, como sus pequeños voladizados, amplio interior e incluso sus motores (aunque mejorados), pero modernizando totalmente su estilo con el diseño supercuadrado de la época (ver más), además de sumar la practicidad de un portón posterior.

Gustó tanto el nuevo Mini que incluso British Leyland lo consideró como un más que posible reemplazo del Mini original, algo que se fue postergando por la interminable crisis del fabricante británico.

Incluso el mal momento financiero de BL hizo que el propio Innocenti Mini estuviera lejos del éxito, hasta que De Tomaso compró la empresa en 1976 y el resultado viró 180 grados.

El repunte de ventas comenzó en Italia y se fue expandiendo a los mercados de exportación, hasta que la propia BL lo vio como un peligroso rival de su afamado Mini, al punto que para 1982 dejo de proveerle los motores a De Tomaso.

La pelea derivó en que Innocenti dejara la denominación oficial (el público lo siguió llamando Mini) para nombrarlo Tre Cilindri, gracias a la adopción de los motores de tres cilindros de Daihatsu.

Un año después llego el turbo y en 1984 el modelo pasó a llamarse Minitre, junto con el arribo de la caja automática y un motor diesel. En 1986 debutó el Mini 990, con un largo entre ejes extendido 16 cm y un parabrisas con mayor inclinación.

Pero la historia del nuevo Mini nunca fue fácil: De Tomaso también tenía problemas financieros (sobre todo con Maserati) y allí apareció el gigante Fiat para quedarse con la marca.

El Minitre pasó a llamarse Small y sus nuevos dueños lo reubicaron como una de las opciones más económicas del mercado, lejos del status casi lujoso que había tenido siempre.

Con el exitoso Panda, el nuevo Cinquecento y el Lancia Y10, Fiat tenía amplia cobertura en el segmento inicial y tomó la decisión de discontinuar el Small en 1994, tras casi 20 años en el mercado.

Con eso, la suerte de Innocenti ya estaba echada pese a vender versiones brasileñas del Uno y el Duna Weekend y fue liquidada en 1997 (ver otras europeas que ya no existen).

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