Para festejar su 120 años, Fiat creó un prototipo con distintas aristas. Una de ellas es que podría prefigurar la nueva generación del Panda, a siete años de la aparición de la tercera entrega del modelo nacido en 1980.

La otra es su tremendo nivel de personalización, que va mucho más allá de la combinación de colores e incluye hasta elementos fabricados con la tecnología 3D por los propios dueños.

El nombre Centoventi no solo tiene origen en la edad de la automotriz, sino en la cantidad de posibles personalizaciones, tanto de la carrocería como del interior.

Para el exterior, el prototipo utiliza un sistema denominado 4U (for you, para vos). Este consta de paneles fácilmente intercambiables para varias partes de la carrocería: parrilla, techo (incluido uno vidriado, otro con paneles solares o con portaequipajes), paragolpes, tazas, zócalos, etc.

Incluso la marca va más allá y mostró imágenes de un Centoventi al mejor estilo buggy sin puertas ni techo y otro tipo van sin puertas traseras, con cortinas en vez de ventanillas y un portón con doble hoja como suelen tener los utilitarios.

Estos paneles también se podrían reemplazar en caso de que Fiat proponga un restyling, con lo cual con una simple actualización se podría tener siempre la última versión del modelo en cuanto a estética.

Por dentro, casi todo es intercambiable: tapizados de pisos, paneles de puerta y asientos. Además, la consola tiene un diseño lleno de agujeritos para que los usuarios integren objetos como un posavasos, termos o parlantes. Muchos de estos elementos podrán ser creados a través de impresoras 3D hogareñas.

El instrumental digital de 10″ se integra con la pantalla táctil (otra de 10″)”, pero también se puede prescindir de esta y colocar la tablet o celular del usuario con solo correr la parte derecha de la consola superior.

Por supuesto, el Centoventi, que mide 3,68 metros de largo, es eléctrico y la autonomía podrá ir de unos básicos 100 km hasta 500 km con solo alquilar un paquete de batería de práctica colocación.